El Cesar les dio la herramienta que les faltaba para terminar de armar sus vidas por completo. Abrieron las manos sin miedo a mostrarse tal cual eran, sabiendo que así nunca más volverían a ser las de antes....pero ya no tenían miedo...solo esperanza.
Dudas volvieron a surgir, pero ya no importaban, tenían su momento de felicidad.
El sol les salió por un momento.
A las 7 sus vidas volvió a ser la misma y ya no.
Volvían a la rutina, la secretaria, la inscripción , el examen , la secretaria nuevamente....
Saldrán de ahí sabiendo que diferentes son pero no importa ya.....
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
quisiera saber porque mi computadora me castiga no permitiendome poner imágenes...
Seguiré con esta maldición quien sabe por cuanto tiempo
¿¿quien mejor para describir sensaciones que tú??
No hay que perder las esperanzas, aunque eso nos salga naturalmente, podemos ser todo lo que queramos ser, es cuestión de actitud.
te quiero cactus!
ay! me pinché!
Pero la herramienta ese instrumento, ese artefacto nunca dejó de ser solo eso, un objeto que al final no termina de armar nada, solo ayuda a encontrar soluciones...
Esperanza, a mi esa palabra no me engaña, nunca la dejo entrar por completo, no seré la de antes pero el escepticismo sigue renuente de abandonarme, y no me importa, lo prefiero, es más realista...
"Saldrán de ahí sabiendo que diferentes son pero no importa ya..."
Me gusto el final...o quizá no tan diferentes, pero igual, tampoco importa...
Por cierto, me regalaron un cactus, con espinas pequeñitas...
Publicar un comentario